Relájate
septiembre 24, 2020Incienso
septiembre 24, 2020¡Hola que tal! ¿Te has dado cuenta que para vivir, tenemos muchas funciones de nuestro cuerpo realizándose sin que seamos conscientes de ello? una de ellas es la respiración.
Hace tiempo platicando con unos amigos, comentábamos sobre la importancia de la respiración, en ese momento uno de sus hijos pequeños respiraba superficialmente, por la boca, su doctor había recomendado que para poder proporcionar más oxígeno a su cuerpo, a su cerebro, debería realizar respiraciones profundas por la nariz.
Actualmente se ha hablado más sobre la forma en que respiramos y los beneficios que puedes tener a nivel físico y emocional. Una de esas formas nos lleva a la práctica de la meditación, la cual puede darte apoyarte en proporcionar una sensación de calma, paz y equilibrio.
La meditación se ha practicado durante miles de años, originalmente fue hecha para ayudar a profundizar en la comprensión de las fuerzas sagradas y místicas de la vida. Hoy en día, se utiliza comúnmente para la relajación y la reducción del estrés a lo largo del día.
Otros beneficios emocionales es que puede apoyar en ganar una nueva perspectiva en situaciones estresantes, centrarnos en el presente, aumentar la consciencia de uno mismo, reducir emociones negativas, así como aumentar la imaginación, la creatividad, la paciencia y la tolerancia.
De acuerdo a algunos estudios, en condiciones médicas, especialmente una que puede empeorar con el estrés, la meditación puede coadyuvar a las personas a controlar síntomas como, la ansiedad, la depresión, el dolor crónico, la presión arterial, los problemas de sueño, dolores de cabeza por tensión entre otros. Sin embargo todo esto debe siempre revisarse con su médico o profesional de la salud.
La forma más fácil de comenzar por tu cuenta es la Respiración Profunda ya que el respirar es una función natural:
- Siéntate en un lugar sin ruidos fuertes (después podrás hacerlo en cualquier lugar).
- Concentra toda tu atención en tu respiración.
- Concéntrate en sentir y escuchar mientras inhalas y exhalas por tus fosas nasales.
- Respira profunda y lentamente.
- Cuando tu atención vague, suavemente vuelve a concentrarte en tu respiración.
- Pon un temporizador y continua hasta por una hora, aunque si solo tienes unos minutos, eso será suficiente.
Para potenciar tu meditación puedes utilizar aceites esenciales puros. Una gota en la palma de la mano y acércala a tu nariz o, sobre los puntos de pulso, o utilizar un difusor.
Puedes elegir, entre otros, aceite esencial de Incienso, de Mirra o del árbol de la vida (arbovitae) o una mezcla a base de esencias amaderadas como dōTERRA Balance®.
Te recomendamos visitar el sitio de Doterra para obtener información más detallada.
Inténtalo por varios días y no te desanimes a la primera. Cuéntame tu experiencia 😉